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Maltrato a médicos residentes en el IMSS

  • Foto del escritor: DML Defensa Médico Legal
    DML Defensa Médico Legal
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura
Maltrato a médicos residentes

El sistema de salud pública en México, y en particular el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), enfrenta una situación crítica que afecta directamente al personal médico en formación. Aunque las autoridades aseguran lo contrario, las denuncias por maltrato, acoso y abuso hacia médicos residentes siguen en aumento, generando un clima laboral tóxico que ha cobrado vidas y deteriorado la salud mental de quienes deberían ser protegidos.


Un caso que sacudió al sector salud: el suicidio del Dr. Abraham Reyes


El fallecimiento del Dr. Abraham Reyes, médico residente de Medicina Interna en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 25 del IMSS en Nuevo León, encendió las alarmas sobre la violencia institucional que se vive dentro de los hospitales. Con tan solo 27 años, el joven médico tomó la trágica decisión de quitarse la vida.


Familiares y compañeros apuntan al ambiente hostil y abusivo dentro del hospital como uno de los factores determinantes. El suicidio del Dr. Reyes no es un hecho aislado, sino un síntoma de una crisis más profunda que afecta a miles de médicos residentes en el país.


¿Niega el IMSS la existencia de acoso laboral?


Tras lo sucedido, el Dr. José María Sepúlveda Núñez, director general de la UMAE No. 25, aseguró en un comunicado que no existían reportes de acoso laboral dentro de la institución y anunció una investigación interna. También mencionó que la salud mental del personal médico es una prioridad para la unidad.


Sin embargo, los testimonios de médicos egresados y residentes contradicen esta versión. Muchos profesionales denuncian que las agresiones verbales, el abuso de poder y la falta de empatía por parte de los superiores son prácticas comunes que se han normalizado dentro del sistema.


Testimonio alarmante: “No puedes faltar, aunque tengas cáncer”


Uno de los relatos más impactantes es el de una doctora diagnosticada con linfoma durante su residencia. A pesar de su condición y de requerir quimioterapia, las autoridades médicas le prohibieron faltar, bajo amenaza de ser dada de baja. Esta falta de sensibilidad y apoyo evidencia la deshumanización que enfrentan quienes se dedican a salvar vidas.


Otras adversidades que enfrentan los médicos en formación


Además del maltrato, los médicos internos y residentes deben sortear una serie de obstáculos estructurales y administrativos que dificultan su desarrollo profesional y afectan su bienestar físico y emocional:


  • Infraestructura deficiente: Muchos hospitales carecen de equipo actualizado, insumos suficientes o acceso a tecnologías modernas.

  • Recortes presupuestarios: La inversión en salud es limitada, lo que impacta directamente en la calidad de la atención y las condiciones laborales.

  • Burocracia y lentitud administrativa: Obtener o reponer insumos puede tomar semanas o meses.

  • Jerarquía rígida: La estructura vertical dentro de los hospitales favorece el autoritarismo y en ocasiones da lugar al “bullying” institucional.

  • Cultura de maltrato normalizada: Conductas violentas o despectivas se replican como parte de una “formación” que perpetúa el ciclo.

  • Falta de mecanismos de denuncia seguros: El temor a represalias impide que muchos médicos levanten la voz.

  • Bajos salarios y prestaciones limitadas: La remuneración no corresponde a la carga laboral ni a la responsabilidad que asumen los residentes, además de que muchas veces carecen de beneficios como seguridad social integral o atención psicológica.


La urgencia de una transformación estructural


Lo que está ocurriendo dentro del IMSS y otras instituciones públicas no debe ser minimizado ni invisibilizado. La salud mental y la integridad de los médicos en formación debe convertirse en una prioridad nacional. Ignorar el maltrato institucional no solo pone en riesgo vidas, sino que socava la calidad del sistema de salud y desmoraliza a una generación entera de profesionales.


Es urgente:


  • Crear protocolos efectivos de denuncia y protección para médicos en formación.

  • Garantizar condiciones laborales dignas, incluidas jornadas justas, atención psicológica y descansos adecuados.

  • Combatir la cultura del abuso institucional y promover entornos de respeto y apoyo.

  • Escuchar las voces de los médicos residentes y darles el lugar que merecen como profesionales en formación, no como mano de obra desechable.


El maltrato a médicos residentes en el IMSS es una realidad sistemática que no puede seguir siendo ignorada. Casos como el del Dr. Abraham Reyes son dolorosos recordatorios de que las políticas institucionales actuales están fallando. Para proteger a quienes nos cuidan, es necesario reformar las estructuras desde la raíz. Una medicina humana empieza con médicos tratados con humanidad.


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