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Tipos de mala praxis médica según la Conamed

  • Foto del escritor: DML Defensa Médico Legal
    DML Defensa Médico Legal
  • 24 mar
  • 3 Min. de lectura
mala praxis médica

La atención médica es una de las actividades más complejas y demandantes dentro del sector profesional. La formación universitaria y la educación continua son esenciales para garantizar una atención de calidad. Sin embargo, en cualquier momento pueden ocurrir fallas en la práctica clínica. Dentro de estas, la mala praxis médica es una de las situaciones más graves y con mayores implicaciones legales y éticas.


¿Qué es la mala praxis médica?


La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) define la mala praxis como la infracción del deber profesional del médico, específicamente cuando no actúa con la diligencia requerida según la naturaleza del acto médico, las circunstancias del paciente, el tiempo y el lugar.


Se considera que hay mala praxis cuando se identifican errores injustificados que generan daño al paciente y que pueden atribuirse a una conducta negligente o irresponsable por parte del profesional de la salud. Esta situación conlleva consecuencias legales y éticas, por lo que es fundamental para los médicos conocer sus implicaciones y prevenir su ocurrencia.


Tipos de mala praxis médica según la Conamed


La mala praxis médica se clasifica en cuatro categorías principales, de acuerdo con la Conamed:


  1. Negligencia: Se refiere a la omisión de precauciones y atenciones consideradas necesarias. Ocurre cuando el médico tiene el conocimiento adecuado, pero no lo aplica, provocando un daño al paciente.

  2. Impericia: Consiste en la falta de capacidad, experiencia o conocimientos técnicos y prácticos. Se presenta cuando el profesional actúa sin la preparación adecuada, lo que puede generar consecuencias adversas para el paciente.

  3. Impericia temeraria: Se produce cuando el profesional de la salud somete al paciente a riesgos innecesarios debido a su falta de conocimiento y preparación.

  4. Dolo: Implica una acción premeditada con la intención de causar daño. Este tipo de mala praxis es penalmente punible, ya que implica una violación consciente de la ley y de los principios éticos de la medicina.


Diferencias entre mala praxis y error médico


Es común que la mala praxis se confunda con el error médico, pero estos son conceptos distintos. La principal diferencia radica en la presencia de culpa o negligencia en la actuación del profesional de la salud.


  • La mala praxis implica un acto cometido con negligencia, imprudencia o falta de pericia.

  • El error médico puede deberse a factores institucionales como falta de insumos, deficiencias en infraestructura hospitalaria, carencia de personal o políticas públicas inadecuadas.


Elementos para comprobar la mala praxis médica


Para que se establezca la existencia de mala praxis médica, deben identificarse ciertos elementos clave:


  • Uso inadecuado de insumos médicos.

  • Realización de procedimientos sin el consentimiento informado adecuado.

  • Presencia de actos de violencia o simulación.

  • Transgresión de normativas y reglamentos médicos.

  • Problemas en la calidad de la atención.

  • Ocurrencia de lesiones injustificadas en el paciente.

  • Comprobación de remuneraciones fraudulentas o prácticas ilíticas.


¿Cómo prevenir la mala praxis médica?


Para evitar incurrir en mala praxis, es fundamental que los profesionales de la salud sigan las Guías de Práctica Clínica (GPC), que estandarizan la atención médica y facilitan la toma de decisiones en el consultorio u hospital. Algunas medidas clave incluyen:


  • Mantenerse actualizado mediante educación continua.

  • Aplicar correctamente los protocolos establecidos en cada especialidad.

  • Obtener siempre el consentimiento informado del paciente o su representante legal.

  • Asegurar una comunicación clara y efectiva con el paciente y su familia.

  • Documentar detalladamente cada procedimiento y justificación médica.

  • Actuar con ética profesional y priorizar el bienestar del paciente.


La mala praxis médica es un problema grave que puede tener repercusiones legales, éticas y profesionales. Diferenciarla del error médico es esencial para comprender sus implicaciones.

El compromiso con la excelencia profesional, el cumplimiento de protocolos y el respeto a la normativa médica son factores clave para garantizar una atención segura y de calidad, protegiendo tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud. La medicina es una profesión basada en la confianza, y la mejor forma de preservarla es ejerciendo con responsabilidad y diligencia.

 
 
 

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