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La OMS y su guía para combatir la contaminación por antibióticos

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La contaminación por antibióticos es un problema creciente que afecta tanto al medio ambiente como a la salud pública a nivel mundial. Este fenómeno, que se ha intensificado con la fabricación y el uso excesivo de estos medicamentos, representa un riesgo significativo al contribuir al desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos (RAM). A pesar de su gravedad, este tema ha recibido poca atención en comparación con otros desafíos de salud global.


La OMS y su guía para combatir la contaminación por antibióticos


En respuesta a esta amenaza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su primera guía destinada a frenar la contaminación por antibióticos. Este documento se centra en la gestión de aguas residuales y desechos sólidos derivados de la fabricación de antibióticos, estableciendo lineamientos claros para mitigar el impacto ambiental de estos procesos. La publicación de esta guía es oportuna, dado que precede a una importante Reunión de Alto Nivel sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, que se celebrará en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.


¿Qué es la resistencia a los antimicrobianos?


La resistencia a los antimicrobianos ocurre cuando los microorganismos, como bacterias, virus, hongos y parásitos, evolucionan y desarrollan mecanismos para resistir el efecto de los medicamentos diseñados para eliminarlos. Este fenómeno es exacerbado por el uso inadecuado y excesivo de antibióticos. Como resultado, enfermedades que antes eran tratables con estos medicamentos ahora presentan desafíos terapéuticos significativos.


La OMS ha expresado su preocupación de que la contaminación ambiental por antibióticos puede acelerar la aparición y propagación de esta resistencia, lo que a su vez podría disminuir la eficacia de los tratamientos disponibles, incluyendo aquellos que se producen en las instalaciones farmacéuticas.


La falta de regulación y la conciencia pública


Uno de los aspectos más preocupantes de la contaminación por antibióticos es la falta de regulación adecuada. Aunque los altos niveles de contaminación son bien conocidos, las normas de calidad actuales no suelen abordar las emisiones ambientales de manera efectiva. Esta falta de regulación permite que la contaminación continúe sin restricciones, incrementando el riesgo de que nuevas cepas de bacterias resistentes se desarrollen y se diseminen globalmente.


Además, existe una carencia de información accesible para el público en general sobre cómo desechar correctamente los antibióticos no utilizados. Este desconocimiento contribuye al problema, ya que los residuos de medicamentos se desechan de manera inapropiada, contaminando aún más el medio ambiente.


El daño ambiental y la necesidad de información


La OMS ha subrayado la falta de datos accesibles a nivel mundial sobre el daño ambiental causado por la fabricación de medicamentos. Esta carencia de información ha llevado a varios organismos internacionales, incluyendo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y los ministros de salud del G7, a solicitar directrices más claras para abordar el problema.


La nueva guía de la OMS fue desarrollada en colaboración con un grupo diverso de expertos internacionales, incluyendo académicos, reguladores, inspectores y representantes de organizaciones internacionales. Esta colaboración busca establecer un marco robusto para reducir la contaminación por antibióticos a través de prácticas más sostenibles en la fabricación y el manejo de estos medicamentos.


Objetivos de la guía para la salud humana y ambiental


La guía de la OMS establece objetivos específicos para reducir el riesgo de aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos, enfocándose tanto en la salud humana como en la protección de la vida acuática. Estos objetivos abarcan desde la fabricación de ingredientes farmacéuticos activos hasta la formulación y envasado de productos terminados, asegurando que cada etapa del proceso esté alineada con los estándares de salud pública y ambiental.


Al abordar la contaminación por antibióticos de manera integral, la OMS busca no solo mitigar los riesgos asociados con la resistencia a los antimicrobianos, sino también proteger los ecosistemas acuáticos que son vitales para la biodiversidad global.


Unllamado a la acción

La contaminación por antibióticos es un problema complejo que requiere una respuesta coordinada a nivel global. La nueva guía de la OMS representa un paso crucial en la dirección correcta, pero su éxito dependerá de la implementación efectiva de sus recomendaciones por parte de los fabricantes de medicamentos, reguladores y gobiernos. Como médicos y profesionales de la salud, es esencial estar informados sobre estos desafíos y abogar por prácticas que minimicen el impacto ambiental de los antibióticos, garantizando su eficacia para las generaciones futuras.



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