¿Por qué algunos pacientes se comportan como "sabelotodo"?

En el ejercicio diario de la medicina, uno de los mayores retos no siempre es el diagnóstico o el tratamiento, sino la relación médico-paciente. Entre los perfiles más comunes que puedes encontrar en consulta está el del paciente "sabelotodo", aquel que llega convencido de saber lo que necesita gracias a información obtenida en Internet, medios o por recomendación de terceros. ¿Cómo puedes manejar estos casos sin comprometer tu criterio clínico ni deteriorar la relación terapéutica?

A continuación, abordamos las causas de este comportamiento y estrategias para una comunicación efectiva.

¿Por qué algunos pacientes se comportan como "sabelotodo"?

Existen diversas fuentes que pueden llevar al paciente a adoptar una actitud desafiante o autoritaria frente al médico:

1. Internet: Hoy en día, el acceso libre a buscadores y foros ha facilitado que los pacientes lleguen con información no siempre verificada o contextualizada.

2. Medios de comunicación: Noticias sobre descubrimientos, tratamientos o experiencias de celebridades generan expectativas poco realistas.

3. Publicidad directa al consumidor: Campañas de la industria farmacéutica promueven medicamentos específicos, haciendo que los pacientes "soliciten" fórmulas sin comprender su aplicación real.

4. Medicina alternativa: Algunos pacientes llegan con tratamientos sugeridos por otros profesionales (no siempre certificados), esperando que tú ejecutes pruebas o terapias sin base clínica.

Claves para interactuar con respeto y firmeza

El abogado médico Rodney K. Adams comparte principios valiosos para responder adecuadamente:

1. Evalúa si la petición es clínicamente indicada

Debes preguntarte: ¿un médico razonable recomendaría lo que el paciente está solicitando? Si no está indicado, no estás obligado a acceder. De hecho, muchas Juntas Médicas estatales han dejado claro que los médicos no deben ceder a demandas que no respeten el estándar de atención.

2. Explica riesgos y beneficios cuando se solicita una prueba innecesaria

Si el paciente insiste en una prueba que no consideras necesaria, explícale sus riesgos, beneficios y alternativas. Si concluyes que no aporta valor diagnóstico o terapéutico, no debes indicarla.

Solicitar un estudio implica también asumir la responsabilidad de su interpretación y seguimiento, incluso si fue pedido por cortesía a otro proveedor.

3. Informa con claridad cuando se trata de tratamientos específicos

Cuando un paciente solicita un medicamento de marca u otra intervención específica, deberás comunicarle si eso forma parte de tu práctica habitual o si no es la mejor opción para su caso.

El criterio médico debe estar siempre por encima de la presión externa, y cada decisión debe responder a lo que haría un profesional razonable bajo las mismas circunstancias.

4. No salgas de tu campo de competencia

Evita administrar tratamientos fuera de tu experiencia o formación. Aunque el paciente insista, tu responsabilidad profesional es mantener la prudencia clínica. El riesgo de daño aumenta cuando se actúa fuera de la zona de conocimiento.

La consulta con pacientes que cuestionan o desafían las recomendaciones médicas requiere equilibrio entre la empatía y la firmeza. Tu papel no es complacer, sino guiar con base en evidencia, experiencia y principios éticos. Al mantenerte dentro de tu práctica clínica habitual y comunicar con claridad tus decisiones, fortaleces tu autoridad profesional y aseguras una atención centrada en lo que realmente beneficia al paciente.