¿Por qué es un riesgo que un paciente se retire sin alta médica?
- DML Defensa Médico Legal

- 30 jul
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Cuando un paciente hospitalizado expresa su deseo de abandonar el hospital sin el alta médica, la situación puede escalar rápidamente de un desacuerdo clínico a un riesgo legal serio para el profesional de la salud. En estos casos, el médico no solo debe preocuparse por el bienestar del paciente, sino también por proteger su práctica profesional mediante una correcta documentación y comunicación.
A continuación, te explicamos cómo manejar esta situación desde un enfoque clínico, ético y legal.
¿Por qué es un riesgo que un paciente se retire sin alta médica?
Cuando un paciente hospitalizado decide irse por voluntad propia, desobedeciendo la indicación médica de continuar bajo observación o tratamiento, existe el riesgo de que su condición empeore fuera del entorno hospitalario. Si esto ocurre y no se tomaron las precauciones documentales necesarias, el médico podría ser acusado de omisión, negligencia o incluso abandono de paciente.
Además, sin una adecuada constancia escrita, puede resultar difícil demostrar que el paciente fue debidamente advertido de los riesgos y que tomó la decisión de manera informada y voluntaria.
¿Qué debe hacer el médico en estos casos?
Para actuar conforme a la buena práctica médica y a los lineamientos legales en México, es necesario seguir varios pasos clave:
1. Documentar todo en el expediente clínico
Es indispensable registrar en el expediente clínico del paciente cada detalle relacionado con la decisión de retirarse sin alta médica. Este registro debe incluir:
El estado clínico del paciente al momento de la solicitud de salida.
La recomendación del médico tratante de continuar hospitalizado.
Los riesgos advertidos con claridad.
Las razones expresadas por el paciente para tomar esta decisión.
La negativa del paciente a continuar con el tratamiento recomendado.
Una redacción clara, objetiva y sin juicios personales es fundamental para que el documento cumpla su función legal y clínica.
2. Elaborar un documento de alta voluntaria o negativa a tratamiento
Este documento debe estar por escrito, firmado por el paciente o, en su caso, por un familiar responsable o tutor legal. Debe incluir:
Los datos de identificación del paciente.
Una declaración en la que se indique que el paciente ha sido informado de los riesgos asociados a su decisión.
La firma del médico tratante y, si es posible, la de un testigo del hospital.
Fecha y hora exacta en la que se realizó la advertencia médica y se firmó la negativa o alta voluntaria.
Este escrito puede incorporarse al expediente clínico o archivarse como un anexo.
3. Asegurarse de que el paciente comprenda los riesgos
No basta con explicar los riesgos: es fundamental asegurarse de que el paciente realmente comprende las posibles consecuencias clínicas de su decisión. Esta explicación debe realizarse en términos claros y sin tecnicismos, y puede reforzarse con un resumen escrito que también quede asentado en el expediente.
Además, si existe alguna barrera de comunicación (por ejemplo, idioma, estado cognitivo, discapacidad auditiva), se debe dejar constancia de cómo se resolvió y quién estuvo presente.
4. Mantener la relación médico-paciente en un plano profesional
Aunque la decisión del paciente pueda parecer imprudente o riesgosa, es importante evitar confrontaciones o actitudes de reproche. El médico debe conservar la calma y actuar de manera empática, respetando la autonomía del paciente sin dejar de ejercer su función informativa y protectora.
Una actitud profesional ayuda a evitar malentendidos y refuerza la percepción de una atención médica ética y centrada en el paciente.
Errores comunes que deben evitarse
No tomar las medidas anteriores puede derivar en consecuencias legales. Algunos de los errores más frecuentes incluyen:
No dejar constancia escrita de la advertencia de riesgos.
Permitir la salida del paciente sin que firme ningún documento.
No registrar en el expediente los motivos y condiciones de la decisión.
Subestimar la importancia de la comunicación formal.
Cuando no se cuenta con evidencia documental, el médico puede ser señalado como responsable ante cualquier complicación posterior.
Recomendaciones legales y normativas en México
En México, la NOM-004-SSA3-2012 establece las características que debe contener un expediente clínico, incluyendo notas médicas sobre la evolución del paciente, el seguimiento, así como las decisiones del mismo respecto al tratamiento. Ante una negativa al tratamiento o salida voluntaria del hospital, estos elementos deben quedar debidamente asentados.
Además, otras normas de bioética y responsabilidad médica, como la Ley General de Salud y el Código Civil, reconocen la autonomía del paciente, pero también la obligación del médico de advertir sobre los riesgos y dejar constancia de ello.
Protegerse es también parte de la buena práctica médica
Cuando un paciente hospitalizado decide salir sin alta médica, el médico no puede detenerlo por la fuerza, pero sí puede protegerse mediante una documentación adecuada, una comunicación clara y un manejo ético de la situación. Estas acciones no solo reducen riesgos legales, también fortalecen la confianza en la relación médico-paciente.
Recuerda: si no está documentado, legalmente no ocurrió. Y en el ámbito médico, eso puede marcar la diferencia entre una atención responsable y una que quede en entredicho.





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