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¿Qué es el consentimiento informado?

  • Foto del escritor: DML Defensa Médico Legal
    DML Defensa Médico Legal
  • 3 sept
  • 3 Min. de lectura
consentimiento informado

En la práctica clínica moderna, los médicos realizan mucho más que diagnósticos y tratamientos. Además de la atención directa a los pacientes, gran parte de su labor involucra responsabilidades administrativas y legales que son igual de trascendentes. Dentro de ellas, el consentimiento informado destaca como uno de los documentos más relevantes, pues no solo garantiza el respeto a los derechos del paciente, sino que también representa la mejor defensa del médico en caso de una demanda.


Pese a su relevancia, el tema suele ser abordado de manera superficial durante la formación universitaria. Sin embargo, todo profesional de la salud debe comprender a profundidad qué es, cómo se aplica y qué elementos debe contener para tener validez legal.


¿Qué es el consentimiento informado?


La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) define el consentimiento válidamente informado como la decisión libre y voluntaria de una persona competente para aceptar los procedimientos diagnósticos o terapéuticos propuestos por su médico.


En términos sencillos, se trata del documento mediante el cual el paciente reconoce haber recibido información clara, entiende los riesgos y beneficios, y acepta someterse al procedimiento.


Este documento es un pilar de la medicina moderna, porque transforma la relación médico-paciente de un modelo paternalista a una relación basada en la colaboración, la confianza y el respeto mutuo.


¿Cuándo se debe elaborar una carta de consentimiento informado?


El consentimiento informado debe documentarse siempre que el paciente vaya a someterse a un procedimiento que implique riesgos, invasión del cuerpo o potenciales complicaciones. La finalidad es proteger tanto al paciente como al personal de salud.


Algunos ejemplos de situaciones en las que es indispensable:


  • Ingreso hospitalario.

  • Procedimientos de cirugía mayor.

  • Procedimientos que requieran anestesia general o regional.

  • Métodos de anticoncepción definitiva (salpingoclasia, vasectomía).

  • Donación de órganos, tejidos y trasplantes.

  • Investigación clínica en seres humanos.

  • Necropsias hospitalarias.

  • Procedimientos diagnósticos o terapéuticos considerados de alto riesgo.

  • Cualquier acto médico que implique mutilación o pérdida de función.


Elaborar correctamente este documento no es un trámite burocrático más: es una práctica que respalda la seguridad jurídica y ética del médico.


Elementos indispensables de un consentimiento informado


Para que el documento sea válido y tenga utilidad legal, la CONAMED establece una serie de requisitos mínimos que deben cumplirse:


  1. Datos de la institución y del establecimiento (nombre y razón social).

  2. Título del documento, claramente identificado como consentimiento informado.

  3. Lugar y fecha en que se emite.

  4. Descripción del acto autorizado, con claridad y sin ambigüedades.

  5. Señalamiento de riesgos y beneficios esperados del procedimiento.

  6. Autorización para la atención de contingencias y urgencias derivadas del procedimiento.

  7. Nombre y firma del paciente (si no puede firmar, la del familiar más cercano, tutor o representante legal).

  8. Nombre y firma del médico tratante que brindó la información y recabó el consentimiento.

  9. Firma de dos testigos, con sus nombres completos.


Sin estos elementos, el documento carece de valor legal y no podrá servir como respaldo en caso de que exista una queja o proceso de responsabilidad profesional.


El consentimiento informado como parte de la Lex Artis


La Lex Artis médica establece los estándares de calidad y ética que deben guiar la práctica clínica. El consentimiento informado forma parte fundamental de estos estándares, ya que refleja la obligación del médico de informar, orientar y respetar la autonomía del paciente.


Su ausencia puede convertirse en un motivo de queja o de responsabilidad legal para el personal de salud, además de debilitar la confianza médico-paciente.


El consentimiento informado no debe entenderse como un simple requisito administrativo, sino como un instrumento ético, clínico y legal que protege tanto al paciente como al médico. Elaborarlo de forma correcta y completa es una muestra de profesionalismo, responsabilidad y respeto hacia la dignidad humana.

En una época en la que las demandas médicas son cada vez más frecuentes, este documento se convierte en una de las herramientas más sólidas para ejercer una práctica segura y confiable.


 
 
 

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